Las terapias naturales, como la acupuntura y el masaje, también pueden contribuir a relajar el cuerpo y la mente. La acupuntura utiliza agujas para liberar puntos de presión en el cuerpo, lo que permite aliviar la tensión corporal y muscular, y promover la salud y el bienestar general.
Suplementos como la ashwagandha, la albahaca santa (Ocimum tenuiflorum), la rhodiola rosea y el hongo reishi ayudan a reducir la inflamación, el azúcar en sangre y la presión. También se han utilizado por sus efectos antidepresivos.
La aromaterapia es otro método poderoso que es fácil de hacer en casa. ¿Por qué no te haces con un difusor y compras aceites esenciales relajantes como la lavanda, el incienso y la mirra? ¡Mímate como un rey recién nacido!
Pasar tiempo en la naturaleza también te lleva a un santuario de calma. De hecho, los estudios han relacionado el hecho de tumbarse en el suelo natural con la reducción de los niveles de cortisol. En tus días de descanso, ¿por qué no sacar tiempo para tumbarte en la tierra natural y meditar? Si tienes la suerte de vivir cerca de una masa de agua natural, sumergirte bajo el nivel del suelo puede hacer que te sientas enraizado y renovado.
Reducir el nivel de estrés, y en consecuencia normalizar el nivel de cortisol ayudar a los goteos intravenosos que contienen vitaminas B. Por ejemplo, el
goteo Burnout ha demostrado su eficacia en la lucha contra los efectos del estrés crónico constante en nuestros pacientes.