10 tipos de alimentos probióticos que ayudan a combatir el estrés

Como sabemos desde hace tiempo, ¡somos lo que comemos!

Cada vez que diseñamos nuestro menú, programamos nuestro estado de ánimo y nuestra salud. Al fin y al cabo, el intestino es nuestro segundo cerebro, y su población -la microbiota- tiene una influencia muy fuerte en muchos procesos relacionados con nuestra salud y disposición emocional.

El metabolismo saludable, la máxima absorción de nutrientes, vitaminas y microelementos, la eliminación eficaz de los residuos, el desarrollo de la inmunidad y la protección frente a los procesos inflamatorios, todo ello está controlado por la microbiota, una familia grande y amistosa de microorganismos que viven en nuestros intestinos.

¿Cómo podemos asegurarnos de que el estado de nuestra microbiota es normal? Sugiero empezar por conocer a sus principales ayudantes: los probióticos.

Los probióticos son bacterias útiles que trabajan arduamente en beneficio del organismo, mientras que los prebióticos (fibras no digeribles) simplemente sirven de alimento para los probióticos.

Aquí hay diez productos que nutren la microbiota y neutralizan los efectos negativos del estrés del estilo de vida moderno del mal ambiente de las grandes ciudades. Tu cerebro, tu piel y otros órganos te lo agradecerán si incluyes en tu menú lo siguiente:

El chucrut proporciona al organismo un gran número de bacterias útiles. El alto contenido de fibra en la col atenúa la hinchazón y facilita el funcionamiento impecable del sistema digestivo.

Busca chucrut fresco, no en conserva.

Los espárragos funcionan como prebióticos. Contiene mucha inulina -fibra no digerible- que nutre a las bifidobacterias y lactobacilos sanos (componentes de nuestra microbiota).

Los espárragos son ricos en vitamina B y antioxidantes que pueden combatir activamente la inflamación.

Cómelo crudo o sólo ligeramente guisado, así conservarás la mayoría de sus beneficios, disfrutarás del sabor y harás feliz a tu microflora.

La piña contiene una enzima llamada bromelina que actúa como ayuda digestiva, ayudando a descomponer las proteínas de las grandes moléculas de los alimentos en péptidos más pequeños.

Los estudios han demostrado que la bromelina puede vencer la inflamación y aliviar el dolor.

Añade piña a tus ensaladas, batidos o sírvela como postre.

Disfruta de esta deliciosa fruta y recuerda que la piña siempre trabajará en beneficio de tu digestión.

Las cebollas crudas son una excelente fuente de prebióticos y contienen quercetina - un fuerte antioxidante. La quercetina combate los radicales libres dañinos en nuestras células. Las cebollas también contienen cromo, que aumenta la producción de insulina, y vitamina C, necesaria para el sistema inmunitario.

Añade cebollas a las ensaladas, aderezos y salsas, o córtalas en rodajas y ponlas en tus aperitivos favoritos.

El ajo crudo es otro gran prebiótico con un alto nivel de inulina, que nutre las bacterias buenas del intestino. El ajo es increíblemente rico en nutrientes. En esta especia encontrará manganeso, vitamina B6, vitamina C, selenio, alicina y muchas otras sustancias activas. La alicina, por ejemplo, es una poderosa herramienta que combate las enfermedades. Se activa cuando se pica un diente de ajo.

No olvides añadir ajo crudo al guacamole, al hummus, a las salsas y a los aliños.

El rico caldo de huesos de vacuno ayuda a sanar la mucosa intestinal, lo que, a su vez, favorece el sistema inmunitario y combate la inflamación. El caldo de huesos contiene muchos minerales y compuestos curativos, como gelatina, colágeno y aminoácidos, prolina, glutamina y arginina.

Sabroso, muy nutritivo y muy fácil de hacer.

El vinagre de sidra de manzana nos ayuda a descomponer y digerir los alimentos al aumentar la producción de ácido estomacal. También tiene propiedades antivirales y antimicrobianas. Esto combate la microflora no deseada en los intestinos y ayuda al cuerpo a deshacerse del exceso de levadura. Estas importantes cualidades son un gran apoyo para un microbioma y un sistema inmunitario saludables.

Prueba a añadir vinagre de sidra de manzana a los aliños de las ensaladas o a las verduras antes de guisarlas.

El proceso de fermentación utilizado para el kimchi coreano no sólo realza el sabor de la col, sino que también produce cultivos probióticos vivos y activos que fortalecen las paredes intestinales. Estas ensaladas y guarniciones contienen grandes cantidades de fibra y sirven como potentes antioxidantes. Eliminan de forma natural las toxinas del organismo.

Arroz, verduras y kimchi: un gran almuerzo saludable y abundante.

El jengibre ayuda a calmar y relajar el estómago, a aliviar las náuseas y a combatir las enfermedades intestinales. Es una fuente natural de vitamina C, magnesio, potasio, cobre y manganeso. El jengibre previene y elimina la hinchazón.

Añadir jengibre rallado al té y a los batidos les da un sabor extra exótico.

Las hojas de diente de león son ricas en nutrientes, fibra, antioxidantes y prebióticos que nos ayudan a mantenernos fuertes y sanos. Las vitaminas A y K, el calcio y el hierro de las hojas tienen propiedades antiinflamatorias y depurativas.

¡Son pura desintoxicación!

Empieza a incorporar algunos de estos alimentos probióticos a tu dieta diaria, y recuerda, ¡un cuerpo sano y una mente aguda empiezan con un intestino fuerte!